jueves, junio 06, 2013
GUZMAN, VARGUITAS Y SU METAFÍSICA.
Las ciencias, en su modo de conocer, es lo que en la actualidad se encuentra en crisis. Pero algunos dogmáticamente siguen afirmando los neo liberales como el Sr de la Tía Julia, que no hay tal cosa, sentenciándose a no reconocer lo falaz de su posición. Tercamente persisten en sus afirmaciones, creyendo que con ello van a contraponer a lo que sucede en la actualidad. Quizás pensando que con ello van a detener el curso de la materia en su trayectoria evolutiva. Cuan insulsos y vanos son sus esperanzas. Pues no entienden que el capitalismo y su epistemología se debaten en el momento más crucial como su permanencia como sistema económico. El capitalismo para seguir todavía vigente ha tenido primero que transformarse en un fascismo corporativo, ello con la finalidad de seguir manteniendo las prebendas y la acumulación de riquezas a costa de la expoliación de los menos desfavorecidos. Los dos elementos principales de la democracia la han corrompido y en la actualidad no cumplen los fines morales para lo que la humanidad la creó. La sociología y en si todas las ciencias que tienen su origen en la filosofía occidental heredera del pensamiento helénico y romano, han entrado en crisis, lo mismo que el capitalismo. Pero por qué han entrado en crisis? Esa es la pregunta que en los círculos académicos se preguntan. Aunque algunos dogmáticos, ya sea del lado de la extrema derecha o del otro lado de la sala pretendan negarlo. En ese mecanismo de negación pretenden instaurar métodos fascistas para que no se dé el debate. Y si no se da el debate, difícil será poner en tela de juicio sus apreciaciones con la esclarecedora exposición de la ideas.
Si partimos de que la ciencia no puede entenderse a sí misma, sobre todo para ver el camino fangoso en que se ha metido, buscando una salida en que no vea mellada su moral científica; para hacerlo tiene que recurrir a la metaciencia, que no es ciencia. Lo que afirma Miguel MARTINEZ es cierto la ciencia y su método está dado para conocer los objetos externos pero no puede a si misma conocerse como objeto de conocimiento. Al recurrir a la metaciencia, lo hace para poder validar, afirmar sus conceptos, pero ello puede variar con los giros evolutivos que va dando las los conocimientos que son validados. Aquí se derrumban los constructos, tanto de los de extrema derecha como los del otro extremo, que consideran al conocimiento como inmutable, no pasible de evolucionar. Ambos extremos creen que los conocimientos son como los recetarios al cual hay que seguir al pie de la letra para obtener el resultado deseado de antemano o aquel que figura en el título del documento epistemológico. Ambos extremos que están muy de acuerdo de la inmutabilidad de los seres y las cosas, creyendo que todo permanece sin cambiar en los siglos de los siglos, suponemos que se adhieren a lo afirmado por Francis Fukuyama que le daba fin a la evolución social del hombre, en otras palabras al fin de el devenir histórico. Lo mismo sucede en el otro extremo que creen que solo una mínima parte de la naturaleza es la que solo puede evolucionar, el resto no, ella permanece en estática tanto en su esencia como en su forma. Llegando a afirmar que la guía es como un recetario al cual hay que seguirlo al pie de la letra y si uno se desvía a su propio conocimiento y reflexión es satanizado y echado a la diáspora como vil elemento. Ello precisamente constituye la conducta clásica del fascismo corporativista, y su razón se centra en el mismo razonamiento del mercado, aquello que predican y hacen los neoliberales como santo dogma inmutable y clerical. Y es que ambos lados que en su dogmatismo no ven que la democracia depende en exceso del debate público. Allí reside el problema pues ambos extremos que coinciden en mutilar éste aspecto de la vida ciudadana, pues la característica de los fascismos se nutre del pensamiento único y de la ausencia de la conducta que lo caracteriza como son el debate sin cortapisas ni de ninguna frontera ideológica. Solo cuando se tiene la seguridad que la verdad que sostenemos no resiste ningún argumento contradictorio, nos esforzaremos por que quien sostiene un argumento que hace tambalear o destruir nuestra argumentación; recurriremos a la descalificación de nuestro adversario, sin más argumento a veces de que solamente lo representa el argumento que pueda ser mas valido. Pero cuando tenemos el poder, ya sea del grupo o del estado, recurrimos a la violencia mediática que no es otra que la satanización de nuestro oponente para no tener a quien enfrentarnos en el debate ideológico.
Si empezamos a analizar las expresiones, tanto del Sr Guzmán como la del Sr Varguitas, que en esencia son anarco fascistas por un lado de un extremo como del otro. Los dos son académicos en distintos campos, pero comparten la misma conducta antidemocrática, pero se pregonan como abanderados de la difusión de la cultura de la libertad. Pero a primera instancia empezamos a reconocer su gran talento discriminatorio- me refiero a de Don Marito- que asevera que hay asuntos de alto nivel intelectual, con lo que suponemos entonces que los hay de bajo nivel, pero no aporta su origen o quien sabe ya los habrá confirmado en otros artículos que el diario de la república habrá mostrado, no estamos por enterado. En su artículo de es la hora de las trincheras hace una alusión que no corresponde a la verdadera realidad, pues describe un lío de comadres que han tomado tu propia medicina, de lo que ellos como neoliberales predican; asi que no hay una lucha ideológica antagonista, si no la repartija de prebendas sociales.
Lo mismo sucede con el señor Guzmán, que de incendiario se ha vuelto sostenedor del viejo sistema a pesar de que los adalides de la libertad- de explotar y asesinar- no le consienten en su costado, pues no creen que se haya arrepentido de cuestionar el podrido sistema en que mantienen a la población del que denominan su patria como Perú. Pero el sigue entre cejo y cejo en participar en el sistema de exclusión electoral, en la que solo ganan los que tienen dinero y posición económica, ya no es la representación al modo griego o romano, que era representado por los más sabios y los más ancianos, la mixtura de sabiduría y experiencia, a la virtud que menciona Sócrates; pero que en la actualidad es todo lo contrario. ¿Quienes nos representan? Lo más graneado del hampa del territorio, pues tenemos de todo como en un zoológico. Aquí Guzmán es un iluso, pues el hampa nunca va a querer mezclarse con el; pues los fines de Guzmán ya lo sabemos y no son iguales a los del hampa criolla que está en nuestro parlamento ni la del genocida que funge de presidente. Y sola la ilusión la tienen los metafísicos, eso ya lo sabemos.
Juan Esteban Yupanqui Villalobos
http://juanestebanyupanqui.blogspot.com
Publicadas por Juan Esteban YUPANQUI VILLALOBOS a la/s 9:47 a.m.
- Reflexiones sobre la actualidad del peru
- Abimael Guzman, Francis Fukuyama, Mario Vargas Llosa, Miguel MARTINEZ